lunes, 24 de diciembre de 2012
viernes, 21 de diciembre de 2012
Sobre la depresión, John Carpenter y los rescates en el barrio chino.
“Una cabra dio un cabezazo y se le enredaron los cuernos.”
Un hombre así como débil, también es fuerte. Tiene que recuperar la fuerza cuando hay nubes y truenos. Esa es la imagen de la dificultad al comienzo, pero al final se ordenará el caos.
La cultura china puede ser la más rica de todas. En ella hay referencias de lo que es el budismo, el confucianismo, el taoísmo, la alquimia y la brujería. En ella se afirma que le movimiento del universo es causado por la tensión entre fuerzas positivas y negativas. Así, cuando se desequilibran en el hombre, éste se vuelve maldito. La tristeza, la ira, la maldad son sentimientos que lo dominan; es entonces cuando se convierte en demonio para vivir por siempre. Lo malo y lo repulsivo sólo existen para molestar a los vivos, el hombre con depresión (para dicha cultura) se vuelve un fantasma que juega a ser hombre, un espíritu maligno, un ser non grato para los que habitan el mundo terrenal. Es una criatura con un poder enorme que solo puede dejar miseria y destrucción a su paso. Para librarse de todo se tiene que purificar el alma de la persona antes de que sea demasiado tarde.
Fotograma de la película "Little Trouble in Little China" de John Carpenter. viernes, 14 de diciembre de 2012
DANZÓN (1991)
Ella, el danzón y Veracruz.
Para el personaje de María Rojo (Julia Solórzano), el baile lo es todo.
Es una forma de escapar del tedio al que se somete todos los días. Cuando su
pareja de baile no aparece para como quien dice “sacarle brillo al piso”, ella
se muestra díscola y huraña. La solución será ir al puerto de Veracruz, hogar
de Carmelo (Daniel Rergis), su pareja de baile.
-Oye,
¿Qué le pasa a tu jefa? Anda bien neurótica.
-No
sé, nunca dice lo que le pasa. Se me hace que anda azotada por el tal Carmelo
que no aparece.
-¿Quién
es Carmelo?
-Su
galán… bueno, ni eso. Es un tipo con el que se ve hace mucho para bailar. Nada
más para eso.
-¿Nada
más para bailar?
Julia comienza en el Distrito Federal para dar con su pareja, su alma
gemela en el baile, con resultados poco satisfactorios. Julia piensa en dejar
de asistir a los salones de baile. Piensa en dejar de bailar, se lo comunica a
sus amigas. Pero esto es ilógico. Desde niña se le inculcó el amor al baile, al
danzón.
Al no bailar, sus tensiones se acumulan y se empieza a desquitar con
todos.
-¿No
ves rara a Julia? Se me hace que ya le cayó la menopausia.
Su mejor amiga sabe que iban a entambar a Carmelo. Lo acusaron de robar
de la caja de efectivo del restaurante donde trabajaba, pero alguien le avisó
con tiempo y se peló. Es inocente pero tiene miedo. Nuestra protagonista igual,
sigue sufriendo por la desaparición y el paradero desconocido.
Desesperada, empieza a buscar más y más, empieza a frecuentar salones de
baile pero esta vez para encontrar a Carmelo, la sacan a bailar, se niega tomando
“pepsicola nada más” con un poquito
menos de esperanza por cada día que pasa. Se decide y viaja al encuentro de
Carmelo.
-Dejó
su casa, su trabajo… el baile, que es lo que más importa en esta vida, pobrecito.
En Veracruz llega a un hotel/motel/casa de huéspedes regenteado por Doña
ti (Carmen Salinas) y se hace amiga de “La Colorada” (Blanca Guerra) y “Susy”
(Tito Vasconcelos) mientras encuentra a Carmelo.
Novaro tiene el detalle de mostrarnos una parte de Veracru’ que veríamos
tal vez de manera grotesca en otra película. Las prostitutas, los chichifos y los bares de mala
muerte son retratados con mucho color y mucha más gracia. Los homosexuales (o artistas),
Susy sobre todo, ayudan a Julia en su búsqueda. La directora nos muestra parte
de la libertad sexual (y no libertinaje) de manera chabacana y limpia que se
ejerce en parte del sur de México. Nunca vemos una escena de sexo y eso de
cierta manera se agradece.
Con pistas de aquí y allá empieza a recorrer todo el puerto, una de esas
pistas la lleva al muelle, uno de los barcos tiene a su hombre danzonero.
Ella deja a su hija, su trabajo, sus amistades; todo por encontrarlo a
él. No puede bailar con nadie más. Se trata de inventar una vida pero no sirve
pa mentir, nomás pa la bailada. Pasan varios días y ella sigue varada en el
puerto, no ha perdido la esperanza. Carmelo Benítez está en un barco griego, el
“Papanicolau”. Cuando pregunta por el barco le dicen que tiene un par de horas que
zarpó. El muchacho que la atiende (Rubén) se siente atraído por ella y trata de
conquistarla. El barco se va a Grecia. A ella le pasa por la mente viajar hasta
allá.
Un muchacho comienza a frecuentarla, su nombre es Rubén y es el mismo
tipo que le dijo que el barco griego partió. La besa. La abraza. La invita a
pasar la noche en su barco. Ella accede. Pasaran más de una noche juntos.
(Es en éste punto en el que me doy cuenta que ella está en un viaje para
encontrarse a ella misma y no par encontrar a Carmelo.)
El danzón es casi propio de Veracruz (mexicanamente hablando), la música
y el baile no lo son, por eso la película funciona (por lo menos para mí).
Julia tiene una pasión indescriptible por el danzón, ese va a ser el hilo que
va a mantener todo a flote por casi dos horas.
Ahora bien, el lugar para ejecutar este baile debe ser un salón y en la
película vemos varios. La directora nos sumerge en ese mundo del salón y el
danzón ni bien comienza la cinta. Vemos como se empiezan a mover todas las
parejas con una cadencia propia del mexicano. Cualquier persona que disfrute de
bailar (lo que sea) sabe que en el baile no se tienen que seguir muchas reglas,
más que nada hay que bailar lo que se siente; hay pasos y esos sí se tiene que
seguir (no siempre, no me hagan mucho caso). La Rojo que es una cara conocida y
hasta choteada en el cine mexicano se avienta la tarea de interpretar a Julia Solórzano.
El guión escrito por las hermanas María y Beatriz Novaro está pensado para
ella, para nadie más.
“Danzón” está lleno de la mujer, de qué es lo que piensa una. Está
claro, ellas tienen el poder. Al inicio, la amiga de Julia despide al hombre en
turno por una disputa, “ya le urgía ver a su vieja” dice. El mismo
Carmelo y su desaparición, el muchacho del puerto (Rubén); incluso Susy y las “artistas”
eran hombres y ahora son mujeres. Morirán como tales. Las mujeres mandan. Se ve
en el filme a la mujer como eterna y al hombre como secundario y pasajero.
La fotografía, colores y escenarios son otra cosa. Rodrigo García hace un
trabajo excelente. Mientras nuestra María Rojo se aleja más de casa la paleta se va llenando
de bastantes colores que se reflejan en la escena, a veces sientes que estás ahí. “Las artistas”, por no decir chichifos, son pieza fundamental de la
película. No nada más están para hacer más amena la travesía nuestra y de la
protagonista. Románticas, libres, se
vuelven una suerte de hadas madrinas, Susy sobre todo. Julia crece al mismo
tiempo que El personaje de Tito Vasconcelos (Susy).
“Danzón” es una película muy disfrutable ( a lo mejor lenta a ratos) que
tiene la etiqueta de cine independiente o para entendidos, ese cine
vilipendiado y lleno de estigmas por gente como
Reygadas o Cazals. La aparición de Carmen Salinas es de pura chiripa. Si
busca algo diferente puede checar esta propuesta libre de clichés y
estereotipos propios de una película de Fernando Sariñana.
Para saber el desenlace tiene que ver la película.
CALIFICACIÓN: ☆☆☆1/2
domingo, 16 de septiembre de 2012
miércoles, 5 de septiembre de 2012
EL CÁNON: Sight and Sound.
Para abrir este blog y como recordatorio de que el cine es un arte (y por serlo se presta a miles de interpretaciones) les dejo la lista de la prestigiosa revista "Sight and Sound" que ha elaborado una encuesta mundial para elegir entre críticos y cineastas a la mejor película de todos los tiempos.
La sorpresa es que "El ciudadano Kane" de Orson Welles ha dejado de ser la mejor cinta jamás filmada. En su lugar ha quedado ni más ni menos que "Vértigo" de Hitchcock. Esto, en la lista elaborada por los críticos.
Como el cineteco no puede escapar del cánon, aquí está la lista bien ilustrada:
Sight and Sound.
Y para dejarlos con ganas de más...
La sorpresa es que "El ciudadano Kane" de Orson Welles ha dejado de ser la mejor cinta jamás filmada. En su lugar ha quedado ni más ni menos que "Vértigo" de Hitchcock. Esto, en la lista elaborada por los críticos.
Como el cineteco no puede escapar del cánon, aquí está la lista bien ilustrada:
Sight and Sound.
Y para dejarlos con ganas de más...
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